viernes, noviembre 30, 2007

Un meme: ¿Cómo es tu escritorio?

Este meme me fue remitido por Batilo, desde el blog de Tía Doc.


Tal como comenté algunas entradas atrás no soy muy afecto a los memes, pero en esta ocasión me sirve de excusa para relajarme un poco y darle un corto descanso a la solitaria neurona de la escritura; especialmente, durante este fin de semana tan importante y trascendental para el futuro del país.

Seguramente, el Domingo o el Lunes tendré miles de ideas sobre las cuales comentar. También, probablemente no sabré por donde comenzar.

Debido a mi trabajo y profesión, dispongo de varios computadores (ordenadores) desde los cuales realizó múltiples actividades, entre ellas mantener este blog y leer otros.

Me decidí por colocar la imagen del escritorio de mi equipo portátil, mi fiel compañero de aventuras...

Se lo remito a todo aquel que desee continuar el meme, aunque... admito que me intriga conocer el escritorio de mi paisana Azul.

Nota: Si desean ampliar la imagen presionen dos veces con el ratón (mouse) sobre la misma.

sábado, noviembre 24, 2007

Arroz con mango

Arroz con mango, además de ser un alimento, es una expresión utilizada en varios países de Latinoamérica.

En Venezuela se utiliza para referirse a una extraña combinación, o a una situación que es muy confusa.

Un arroz con mango es la mejor descripción que puedo imaginar, para definir la actual situación del país, cuando se avecina apresuradamente otro fin de año, según el Calendario Gregoriano.

De apodos.
El próximo 2 de Diciembre, los venezolanos aprobarán o rechazarán en las urnas, la propuesta para la Reforma Constitucional promovida por el Presidente.

Son múltiples y variados los cambios propuestos. Van desde una reorganización política de la nación hasta la reelección presidencial; sin embargo, la intención global de tales modificaciones es la de formalizar un Estado Socialista Venezolano.

Este "apodo" que se le pretende colocar al Estado, en cierta forma altera de neutralidad que debería tener una Carta Magna que cobije a todos los venezolanos.

Particularmente, considero que una Constitución debe estipular un conjunto de leyes fundamentales que sirvan de base para el establecimiento de una sociedad; sin discriminar de entrada cualquier tendencia ideológica.

Cualquier gobierno democráticamente electo por la mayoría, puede establecer un régimen político y económico válido por determinado lapso de tiempo; sin necesidad de encarcelar a la Constitución dentro de un marco de ideas determinadas.

De consumo.
La época navideña y el fin de año es típicamente un tiempo de consumo desenfrenado en Venezuela (como en gran parte del mundo); no obstante, el actual momento es muy complejo de comprender.

Por una parte, desde el sector gubernamental se insiste en fomentar una economía más social, fundada en el uso racional de bienes y servicios; por otro lado, la conversación diaria del venezolano gira en torno de los costos de los alimentos, de la escasez de alguno de ellos, de los elevados precios de las viviendas, de los problemas del transporte público y de la inseguridad personal.

Sin embargo, los bancos ha reportado los más altos porcentajes de ganancias de los últimos años, los inventarios de automóviles están agotados, las líneas áreas han vendido todos los pasajes tanto a destinos internos como para el exterior, la demanda de electrodomésticos se ha incrementado exponencialmente, las fábricas de materia prima para la construcción están trabajando al tope de su capacidad, grandes centros comerciales aparecen de la nada, el sector hotelero está experimentando uno de sus mejores momentos, hasta la fecha 2.300 millones de Dólares han sido autorizados para tarjetas de crédito, el mercado de calzado y vestido está abarrotado de productos importados, etc.

No entiendo... ¿Estamos bien o estamos mal? ¿Alguien me lo puede explicar?

De uniformes.
La sociedad venezolana empujada por diversos factores ideológicos esta radicalmente dividida.
Todo aspecto de la vida es propenso a ser explotado para favorecer políticamente un determinado color. Vestimentas, voluntades y consciencias, de ambos bandos, son uniformados.

En tiempos de tantos y profundos cambios, cualquier variación en el tono del color, es visto como algo extraño y peligroso; por lo cual, la respuesta inmediata es un ataque feroz.

De moneda.
Para el momento de redactar este texto, faltan escasamente 37 días para la entrada en circulación de la nueva moneda, el Bolívar Fuerte.
Este cambio se realizará eliminando tres ceros a la moneda actual, lo que implica la creación de una nueva moneda y el establecimiento de nuevas denominaciones.

La intención principal es evitar las gigantescas cifras que se manejan constantemente gracias a la inflación y, la segunda, generar un efecto en la psiquis del colectivo al disminuir el tamaño de los precios (en números no en el valor nominal, obviamente).

Para prevenir el futuro redondeo de decimales al reducir tres ceros, el mercado ha reaccionado incrementando los precios antes de la entrada en vigencia de la nueva moneda; esto inevitablemente ha aumentado la inflación.
Es irónico... una medida destinada a combatir la inflación la ha aumentado antes de su puesta en marcha.

De relojes.
Como si fuese poco todo este complicado panorama, el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología ha informado que a partir de las tres de la mañana del 9 de Diciembre, la hora oficial de Venezuela será retrasada media hora.

Con este anuncio, finalmente se concreta esta propuesta que tiene varios meses rondando desde el sector gubernamental.

Según el Ministro el cambio del huso horario "...mejorará la calidad de vida de todos, vamos a tener más calma y tiempo para conversar con nuestra pareja o para estar con nuestros hijos".

El tema es que estaremos en un nuevo huso horario. Es decir, no existe. Habrá que crearlo y modificar todo aquello que depende de un control de tiempo para su funcionamiento, desde el simple reloj despertador hasta las más poderosas computadoras que procesan los datos de la industria petrolera o las que controlan la economía del país.

La cuestión es ¿realmente 30 minutos harán un cambio tan notable para el país?

Posiblemente, se observará un incremento en la tasa natalidad, como consecuencia inmediata de esta medida.

Fotos por orden de aparición.
.-Pino ubicado en el Centro Comercial El Recreo. Caracas
.-Gente realizando compras en el Boulevard de Sabana Grande.
.-Marcha de partidarios del sector gubernamental en apoyo a la Reforma Constitucional, en la Avenida Urdaneta. Caracas
.-Lado Oeste de la Torre del Banco Central de Venezuela
Todas tomadas con mi teléfono móvil.

domingo, noviembre 18, 2007

Quiero que me paguen.

Durante la habitual lectura de varios de mis blogs preferidos, encontré una amena entrada en la bitácora de Blogus. En la misma, propone una interesante idea para incentivar a las personas a evitar ser agentes de contaminación.


La idea es muy simple, pagarles a todas aquellas personas que en su modo de vida contaminan menos que otros.

Suena algo gracioso, pero los motivos que expone Blogus tienen cierta lógica.

Inmediatamente pensé, si eso fuese realidad yo estaría en un nivel económico equivalente a Ingvar Kamprad o, al menos, cercano a Bill Gates.

Estas son las razones:

.- En el país con la gasolina más barata del mundo, no poseo automóvil.

Nota: La gasolina será barata pero los autos son costosos... Además, en Caracas son un estorbo en vez de una comodidad.

.- Camino muchísimo.

Nota: Consecuencia de la primera sentencia.

.- Utilizo frecuentemente transporte público; hasta para llevar a mi hija al colegio.

Nota: También consecuencia de la primera sentencia.
El transporte escolar es un costo adicional.

.- Detesto las corbatas y los trajes; por lo cual, los aires acondicionados en muchos casos están de sobra.

Nota: ¿A quién le agrada caminar por largos trayectos con un traje y corbata?

Por otra parte, siempre es más costoso un traje que un pantalón vaquero…

.- Soy muy tolerante al frío; por lo cual, las calefacciones, hasta cierto punto, están de más.

Nota: Cierto. Lo corroboré en Deer Valley. Fui a esquiar pero no tenía suficiente para dinero para alquilar todo el equipo, así que solo renté los esquís. Con una simple chaqueta, con un pantalón vaquero, sin guantes y sin lentes me precipité (literalmente) por la montaña varias veces.

Al finalizar, no me congelé…pero tenía cortes por todos lados.

.- Evito consumir "comida basura"; así que mis desechos son más biodegradables...

Nota: Me cae muy mal esa comida...Peor me cae Ronald McDonald.

.- En casa cultivamos algunos vegetales que utilizamos para condimentar comidas.

Nota: Idea de mi esposa, después de ver por televisión el programa Vamos a cocinar.

En cualquier caso, las comidas quedan exquisitas y es más barato que un restaurante.

.- Evitamos consumir alimentos transgénicos.

Nota: Al menos en los envases no lo mencionan… ¿Y si nos están engañando?

.- Debido a algunas penurias económicas, durante mi juventud reciclé muchas cosas que encontré en la basura de otros.

Nota: Hornos eléctricos, televisores, radios, lámparas, libros, etc... Casi un empresario chatarrero.

.- He viajado desde América a Europa en barco y lo haría muchas más veces.

Nota: ¿Adivinan?...No había suficiente para pagar un pasaje aéreo.

Pero lo disfruté al máximo…

.- No botamos el aceite que se utiliza para freír, por el desagüe del lavaplatos.

Nota: Los plomeros tienen honorarios muy elevados...

.- Trabajo con equipos de alta tecnología, pero en casa tengo un computador Pentium III. Sacando el máximo provecho de los equipos, antes que se conviertan en grandes desechos.

Nota: Después de un largo día de trabajo en frías salas de cómputo, lo menos que deseo es llegar a casa a sentarme frente a un equipo. ¿Para qué actualizarlo?

.- En casa utilizamos detergentes biodegradables.

Nota: Aunque son un poco más caros no afectan las manos ni la ropa.

Los dermatólogos y la ropa son más costosos.

.-Odio que corten los pinos en época navideña.

Nota: Realmente, no hay mucho pino para cortar en Venezuela.

La mayoría son importados y son muy caros.

No hay leche ni azúcar, pero si hay pinos…. ¿Será que los podremos comer?

Pensándolo bien, estoy sospechando que si me pagan podré comprar o realizar algunas cosas que no he podido hacer, y me convertiría inmediatamente en un peligroso agente contaminante.

Creo que mejor me quedo como estoy.

Apartando el tono irónico de la narración y tomando un poco más en serio el tema, a pesar del pequeño aporte que pueda realizar cada individuo en el planeta; siempre será insignificante mientras la gran mayoría de los procesos productivos, se basen en la explotación de combustible fósil y en el acaparamiento del agua.

El 40% de las emisiones contaminantes en el planeta provienen de 8 países…

Foto: La belleza indescriptible de la Quebrada de Jaspe.
Aguas cristalinas corriendo a lo largo de una piedra de Jaspe de 300 metros.

domingo, noviembre 11, 2007

Alucinante teoría.


Martes en la noche.

Después de mi acostumbrada partida de racket, tomé el transporte público que me llevaría a casa.

Entre el cansancio y la tormenta de ideas que rondan por mi cabeza en estos días, debido a la gran exigencia en el trabajo; no me percaté que una persona se había sentado a mi lado.

Justo en el momento que el micro bus atravesaba una de las alcabalas policiales que, eventualmente, colocan en las principales avenidas de la ciudad; el hombre susurra: “pobre gente, no saben...”.

Pocos segundos después, voltea su cara y me dice: “Discúlpeme, no estoy loco y no he tomado licor. Soy un comisario retirado de la policía tal y me indigna lo que está pasando...por eso renuncié y preferí trabajar por mi cuenta como asesor de seguridad...”

Dudando de la veracidad de las palabras de aquel hombre, con una doble intención le comento: “pues la verdad es que esas alcabalas parecen que no sirven para nada, cada vez esta peor la delincuencia...”.

A partir de ese momento, como poseído por el espíritu de Orson Wells, pasa a exponer una teoría que parece sacada de un guión de una película de ciencia ficción o de un delirio provocado por alguna sustancia psicotrópica; la cual me hizo olvidar el cansancio y las preocupaciones laborales, durante el trayecto a casa.

Según este caballero, de habla coherente y pausada, la inseguridad reinante en nuestro país es una herramienta en fase de desarrollo, que ha sido utilizada en los últimos 20 años por distintos gobiernos, como forma de romper los lazos sociales que permiten formar redes de individuos; en las cuales las ideas son transmitidas directamente de boca en boca, logrando un efecto más duradero y contundente en el consciente de cada uno de los individuos que la integran.

“Eso nos lo enseñaron en la escuela de sociología...”. “Córta los caminos que los unen y los tendrás aislados, dóciles y manejables...”

Cuando uno oye a una persona expresarse con tal seguridad en sus palabras, no queda más opción que quedarse callado, otorgarle el beneficio de la duda y abrirle el espacio para que siga exponiendo su tema.

(Siempre queda el temor que porte una pistola y diga, ¡compadre esto es un asalto!.)

Continua su teoría...

En Estados Unidos lo lograron muy fácilmente gracias a su gran tamaño, la dispersión de las personas, la masificación de los medios de comunicación y lo “aguevoniados*” que son los gringos.

Los mantienen ocupados con sus trabajos, les dicen como pensar y hasta como alimentarse a través de los medios, los guían hacia los centros comerciales donde esporádicamente comparten con otros individuos diferentes a su entorno familiar, pero sin llegar a profundizar en la relación y, luego, se van a sus casas contentos y felices.

Alejados los unos de los otros o reducidos en pequeñas comunidades, las ideas no son transmitidas directamente entre las personas, evitando así un bloque monolítico de individuos unidos por pensamientos colectivos comunes.

Aquí no pueden hacer eso, porque al venezolano le encanta una reunión, una fiesta, celebrar cualquier evento, caminar en las calles, reunirse a tomar algunas cervezas o sentarse en un café simplemente a preguntar por la familia o por el vecino. Además, no le presta mucha atención a los medios de comunicación y, hasta en el trabajo, establece vínculos de amistad muy fuertes.

Por otra parte, el venezolano tiende a unirse en comunidades estrechamente relacionadas entre sí, y no existe gran dispersión geográfica.

La única forma de evitar esa intensa relación personal entre los venezolanos, fue a través del temor y del miedo que incita la inseguridad personal.

“Matan dos pájaros de un tiro”... “Paulatinamente, están logrando que el venezolano salga de su casa al trabajo y del trabajo a su casa; y que constantemente desconfíe de cualquier otra persona...”

Los diversos cuerpos de seguridad están al tanto de esta estrategia, y en algunos casos, son cómplices.

“Tu sabes lo mal pagada que está la policía, pero... ¿cuántas huelgas de policías has visto, reclamando por su escasos sueldos?. ¿No te parece extraño que las policías no se quejen?.¿No será porque muchos de ellos reciben jugosos ingresos protegiendo a los delincuentes, mientras hacen su trabajo?”.

Pensé...¡verdad! no recuerdo alguna huelga o protesta de policías reclamando por sus sueldos.

“Es un experimento que se estaba llevando a largo plazo, pero últimamente lo están acelerando y puliendo...”

Escuchando a aquel extraño individuo, casi olvido la parada...

* Aguevoniado: Término coloquial venezolano equivalente a: bobo, retardado o aquella persona que las ideas le llegan por lo general muy lento.

Foto: Alcabala policial atendiendo un choque entre un auto y una moto.
Tomada con mi teléfono móvil.

lunes, noviembre 05, 2007

La Corbata.

Desde hace varias semanas, estoy participando en un importante y complejo proyecto que está relacionado con muy alta tecnología informática, en una de las instituciones más importantes del país.

El plan preliminar de trabajo estima un mínimo de 6 meses de trabajo muy arduo, intenso y delicado; que incluye largas amanecidas y muchos fines de semanas sacrificados.

Espero que la escasez de alimentos, no afecte al café... Necesitaré litros...

Si existiese café intravenoso, sería el primer adicto comprador...

No es el proyecto más largo ni el más complejo en el que he participado; sin embargo, debido a la actual situación económica y política del país, y al particular momento en el que se encuentra la tecnología involucrada, lo considero uno de los retos más interesantes que he tenido en los últimos años.

Tampoco es la primera vez que trabajo en esta institución.En otra ocasión participé en una actividad que demoró casi 2 años en culminar; por lo tanto, conozco bastante bien la idiosincrasia del colectivo que allí hace vida social y laboral.

Entre muchas de las características que definen a este ente, quizá los rasgos más resaltantes son, la gran burocracia que rodea cualquier decisión, el rígido código de vestimenta y el extremo cuidado que se debe tener con las opiniones y comentarios, que se emiten.

Estos tres aspectos son perfectamente lógicos. Se requieren muchos controles para mantener un organismo de esas dimensiones; por otra parte, los empleados deben ofrecer una imagen sobria que represente a la institución y, finalmente, como en cualquier aspecto de la vida, una idea mal expresada o descontextualizada, puede poner en serios apuros a cualquier persona.

No soy muy afecto a los controles y trato de evitarlos frecuentemente; también soy “corbatafóbico”, en otras palabras...detesto las corbatas y, para colmo de males, en ocasiones soy muy descuidado con las palabras tendiendo a decir lo que pienso en el momento. Esto, inevitablemente, se refleja en mi forma de trabajar.

En todo caso, ninguna de esas circunstancias llega a incidir tan negativamente como para afectar mi rendimiento profesional.

No obstante, el tema de la vestimenta me causa particular interés, especialmente cuando asisto a las extensas reuniones de planificación, pues es muy común que alguien realice algún comentario sobre mis prendas de vestir y hasta me resultan graciosas, las expresiones faciales de algunos de los participantes.
Esto no es nuevo para mi...

Usualmente, y por miles de razones, visto muy sencillo. Pantalón de color oscuro, camisa manga larga remangada hasta los codos y zapatos muy cómodos.
En la medida de lo posible, evito utilizar calurosos trajes y el tormento de la corbata.

Durante mi carrera profesional he tenido infinidad de anécdotas relacionadas con este tema; incluso durante los años que trabajé para una importante compañía trasnacional norteaméricana, me rehusé a ceñirme a la norma que exigía a los empleados occidentales, utilizar regios trajes de color oscuro y corbata perfectamente combinada; llegando al extremo de presentarme a un reunión gerencial, en pantalones tipo bermudas y zapatos deportivos, como muestra de mi protesta porque una persona se quejó abiertamente de mi aspecto.

En dicha empresa trabajan una gran cantidad de hindúes, a los cuales no se les obligaba a respetar esa regla. ¿por qué?, ¿por sus creencias?, ¿y qué había de las mías?...

Siempre he pensado, y así lo he mantenido, que los protocolos de vestimenta están demás cuando de rendimiento y capacidad profesional se trata.

En estos países de clima cálido, portar un traje es equivalente a llevar encima un sauna portátil, durante gran parte del día. Además, implican un mayor consumo de energía pues se requiere que los sistemas de aire acondicionado, se mantengan operando constantemente.

Actualmente, los avances de la tecnología permiten realizar infinidad de trabajos remotos, sin necesidad de la presencia física del individuo; desde una reunión hasta presentar un propuesta económica. ¿Por qué insistir en esta medieval costumbre?.

Afortunamente, algunas personas y empresas, mucho más influyentes que este humilde orate, se han percatado de este detalle y han ofrecido sus ideas al respeto.

.- Junichiro Koizumi, primer ministro japonés, durante el pasado verano nipón exclamó: "¡Es tan cómodo vestir sin corbata!" .

.- El presidente de General Electric para España y Portugal, en unas recientes declaraciones a la prensa, mencionó: “La corbata y el traje no tienen importancia, en un sentido u otro. Lo importante es que los directivos sean accesibles y fomenten un entorno de naturalidad, cercanía y sencillez...”

Pero lo que más gratamente me ha sorprendido, es que desde hace algunos años la misma empresa donde laboré y que me exigía impecable apariencia, ha modificado sus costumbres y hoy hasta sus más altos ejecutivos, se presentan en público muy sencillamente vestidos.


Foto: Fría sala de cómputo, tomada con mi teléfono móvil.