Se aproxima el final del año escolar.
Es por estas fechas que madres y padres comienzan un largo recorrido por diversos planteles educativos del país, en búsqueda del tan anhelado cupo que les garantice un año o varios años de estudios a sus hijos.
Las opciones son tan variadas como complejas.
Hay instituciones donde los jóvenes son admitidos sin mayores evaluaciones, otras sólo aceptan a los futuros estudiantes si aprueban un exámen donde se evalúa su capacidad académica, algunos califican según la capacidad económica de los padres; la religión puede ser factor fundamental en algunos planteles y, unos pocos, hacen una extraña combinación de varios parámetros en sus procesos de escogencia.
En el natural y lógico afán de ofrecerle lo mejor a sus hijos, madres y padres intentan, en la medida de sus posibilidades, ubicar a sus hijos en escuelas y colegios que proporcionen calidad y los mayores beneficios posibles; sin embargo, no siempre lo más costoso o lo más renombrado, es sinónimo de excelencia.
En ciertos casos, simplemente, siquiera cumplen las expectativas mínimas que se espera de un centro educativo, en el siglo XXI.
Dos jóvenes esposos, profesionales, económicamente estables y solventes, inician la búsqueda de una escuela para su pequeño hijo en edad preescolar. Durante su ruta consiguen, para sorpresa de ellos, una cita en uno de los colegios más renombrados de la capital, ubicado en una zona privilegiada y con una aceptable infraestructura.
Por exigencias del plantel, ambos padres deben asistir a la cita.
Llegado el día, los padres y el niño son recibidos por una ejecutiva del instituto, quien llevaría a cabo la evaluación.
El siguiente es un resumen, muy aproximado, de las preguntas realizadas por la dama en cuestión.
.- ¿Lugar de residencia?. (Pregunta muy normal en esos casos).
La familia tiene su residencia en una zona muy organizada y caracterizada porque sus habitantes son, en su gran mayoría, profesionales o comerciantes.
Podría catalogarse de clase media.
Esta pregunta marcó la pauta para el resto del interrogatorio.
.- Esa urbanización ummm...está muy lejos. ¿Cómo traerán al niño?. Somos muy exigentes con el horario.
Una pregunta con cierto transfondo discriminatorio, pero fue respondida satisfactoriamente.
.- Y... ¿Cómo están afrontando la difícil situación actual de su sector laboral?.
Pregunta políticamente capciosa. ¿Será que el niño estudiará política en esta etapa escolar?.
.- ¿Van a misa todos los Domingos?.
¿Evalúan la asistencia a misa?. Según las pautas dictadas por el Ministerio de Educación, asistir a misa no es una materia o parte del plan estudio.
.- ¿Cómo responderán al niño cuándo les exija y reclame el hecho que no van a misa todos los Domingos?.
¿Exigir?. ¿Reclamar? Vaya vocabulario para un preescolar...
.- Nosotros, la clase pudiente, estamos en la obligación de ayudar a los demás. ¿Están Ustedes de acuerdo en colaborar en las acciones que realiza la institución?.
Colaborar a ayudar a otros... por supuesto. El resto de la frase está fuera de contexto y de sobra.
Un comentario tristemente excluyente, y que no deja lugar a dudas sobre la orientación de la conversación.
Finaliza el interrogatorio y no se ha realizado ninguna pregunta sobre el niño, sus capacidades, sus intereses, etc, etc... ¡Nada!.
Se acordó otra cita para realizarle una evaluación al niño, varios días después.
Imaginarán que el niño no fue aceptado.
Las excusas o razones que aludieron fueron, que el niño no acató ciertas órdenes, que no escribía con el Método Palmer y que aún no pronunciaba bien la letra “erre”, por lo cual se le dificultará hablar en inglés.
Que un niño de 4 años no acate ciertas órdenes es totalmente normal; extraño fuese que cumpliera todas las instrucciones. Que no escriba con el Método Palmer es el colmo de la estupidez y, finalmente, que aún no pronuncie la erre quizá es un problema que le afecte temporalmente y parcialmente para comunicarse en español, (yo no pronuncié esa letra hasta pasado los 6 años), pero que se le complicará hablar en inglés... es absolutamente ridículo.
Es obvio, que el niño no sería aceptado desde la primera pregunta; así hubiese escrito en perfecta caligrafía gótica y hablase cuatro idiomas.
Lamentablemente, este tipo de epifenómenos de selectividad social se mantienen intáctos y cada vez más atrincherados en sus posiciones.
¿Qué clase de individuos se forman en estos claustros de perfección moral, religiosa, étnica y económica?.
P.S. La situación es totalmente real y me reservo el nombre del plantel educativo.
Foto: Jóvenes estudiantes protestando por el deterioro de las instalaciones de su colegio.
Tomada con mi teléfono móvil, mientras esperaba la restauración del tráfico.
Es por estas fechas que madres y padres comienzan un largo recorrido por diversos planteles educativos del país, en búsqueda del tan anhelado cupo que les garantice un año o varios años de estudios a sus hijos.
Las opciones son tan variadas como complejas.
Hay instituciones donde los jóvenes son admitidos sin mayores evaluaciones, otras sólo aceptan a los futuros estudiantes si aprueban un exámen donde se evalúa su capacidad académica, algunos califican según la capacidad económica de los padres; la religión puede ser factor fundamental en algunos planteles y, unos pocos, hacen una extraña combinación de varios parámetros en sus procesos de escogencia.
En el natural y lógico afán de ofrecerle lo mejor a sus hijos, madres y padres intentan, en la medida de sus posibilidades, ubicar a sus hijos en escuelas y colegios que proporcionen calidad y los mayores beneficios posibles; sin embargo, no siempre lo más costoso o lo más renombrado, es sinónimo de excelencia.
En ciertos casos, simplemente, siquiera cumplen las expectativas mínimas que se espera de un centro educativo, en el siglo XXI.
Dos jóvenes esposos, profesionales, económicamente estables y solventes, inician la búsqueda de una escuela para su pequeño hijo en edad preescolar. Durante su ruta consiguen, para sorpresa de ellos, una cita en uno de los colegios más renombrados de la capital, ubicado en una zona privilegiada y con una aceptable infraestructura.
Por exigencias del plantel, ambos padres deben asistir a la cita.
Llegado el día, los padres y el niño son recibidos por una ejecutiva del instituto, quien llevaría a cabo la evaluación.
El siguiente es un resumen, muy aproximado, de las preguntas realizadas por la dama en cuestión.
.- ¿Lugar de residencia?. (Pregunta muy normal en esos casos).
La familia tiene su residencia en una zona muy organizada y caracterizada porque sus habitantes son, en su gran mayoría, profesionales o comerciantes.
Podría catalogarse de clase media.
Esta pregunta marcó la pauta para el resto del interrogatorio.
.- Esa urbanización ummm...está muy lejos. ¿Cómo traerán al niño?. Somos muy exigentes con el horario.
Una pregunta con cierto transfondo discriminatorio, pero fue respondida satisfactoriamente.
.- Y... ¿Cómo están afrontando la difícil situación actual de su sector laboral?.
Pregunta políticamente capciosa. ¿Será que el niño estudiará política en esta etapa escolar?.
.- ¿Van a misa todos los Domingos?.
¿Evalúan la asistencia a misa?. Según las pautas dictadas por el Ministerio de Educación, asistir a misa no es una materia o parte del plan estudio.
.- ¿Cómo responderán al niño cuándo les exija y reclame el hecho que no van a misa todos los Domingos?.
¿Exigir?. ¿Reclamar? Vaya vocabulario para un preescolar...
.- Nosotros, la clase pudiente, estamos en la obligación de ayudar a los demás. ¿Están Ustedes de acuerdo en colaborar en las acciones que realiza la institución?.
Colaborar a ayudar a otros... por supuesto. El resto de la frase está fuera de contexto y de sobra.
Un comentario tristemente excluyente, y que no deja lugar a dudas sobre la orientación de la conversación.
Finaliza el interrogatorio y no se ha realizado ninguna pregunta sobre el niño, sus capacidades, sus intereses, etc, etc... ¡Nada!.
Se acordó otra cita para realizarle una evaluación al niño, varios días después.
Imaginarán que el niño no fue aceptado.
Las excusas o razones que aludieron fueron, que el niño no acató ciertas órdenes, que no escribía con el Método Palmer y que aún no pronunciaba bien la letra “erre”, por lo cual se le dificultará hablar en inglés.
Que un niño de 4 años no acate ciertas órdenes es totalmente normal; extraño fuese que cumpliera todas las instrucciones. Que no escriba con el Método Palmer es el colmo de la estupidez y, finalmente, que aún no pronuncie la erre quizá es un problema que le afecte temporalmente y parcialmente para comunicarse en español, (yo no pronuncié esa letra hasta pasado los 6 años), pero que se le complicará hablar en inglés... es absolutamente ridículo.
Es obvio, que el niño no sería aceptado desde la primera pregunta; así hubiese escrito en perfecta caligrafía gótica y hablase cuatro idiomas.
Lamentablemente, este tipo de epifenómenos de selectividad social se mantienen intáctos y cada vez más atrincherados en sus posiciones.
¿Qué clase de individuos se forman en estos claustros de perfección moral, religiosa, étnica y económica?.
P.S. La situación es totalmente real y me reservo el nombre del plantel educativo.
Foto: Jóvenes estudiantes protestando por el deterioro de las instalaciones de su colegio.
Tomada con mi teléfono móvil, mientras esperaba la restauración del tráfico.
7 comentarios:
Hola Carlos, no sabes como me identifico con tu post, cuando tenia 15 años al salir de bachillerato, crei que lo mas dificil de la vida de estudiantes era haber pasado la Prueba de Aptitud Academica, para entrar a la Universidad..
Ahora con mis 3 sobrinos he visto que la seleccion (natural), ha sido trasladada hasta edades tan tempranas como para entrar en las guarderias.
El dialogo que relatas se ha repetido en todos los colegios a los cuales mis hermanos han asistido para solicitar el cupo escolar para mis sobrinas mas pequeñas...es decepcionante, que te evaluen discriminandote desde el primer momento, que bueno seria volver a los colegios publicos como cuando yo estudie..
un abrazo y feliz semana
Ega
mi hija no pronuncia la erre y aún asi conoce piezas de música clásica que su madre no sabía ni que existían, es capaz de reconocer cuadros de picasso, laxeiro o lugrís con los ojos cerrados y además utiliza el método doma de escritura. esto la hace no válida para la vida? lo que planteas me parecen principios de selección con graves consecuencias en nuestra historia. que habría pasado si le hubieses comentado que el método palmer fué descartado porque produce limitación de movimientos en los dedos o exige una rotación de hombro dolorosa para los más pequeños?
Pero entonces no hay escuela publica???...En Uruguay la escuela publica es una insitucion innamovible..la Escuela, el liceo la formacion técnico profesional y la Universidad¡¡¡¡¡¡ todo público y gratis...Y sin embargo hay gente que le gusta el tema clases y es capaz de vivir a pan y agua pero el nene o la nena tiene ke ir a publico...y como prima tener la "pasta" te aceptan..con que pagues ya alcanza...
Esto de discriminar asi alevosamente lo noto cada dia maas en todos lados, pero creo que lo mas triste es cuando ves que la gente humilde mismo ya discrimina..cuando ves gente igual a vos, que siempre tratara mejor al que tiene mas que a sus propios iguales..
Aca en España si es verdad que muchisimos mandan a colegios publicos, pero la tendencia va cambiando. en el pueblo en que vivo, acabo de anotar a Marco al colegio para que comienze p3 (preescolar 3 años) se anotaron solo 20 niños 8lo normal e sque haya unos 50 entre las dos clases) , al final adjudicaron 43 niños al centro, debido a que estos 23 extras son niños que solicitaron plaza en colegio privado concertado (con apoyo estatal) y no les fue otorgada...La clase alta, hiper alta, envia a sus niños a colegios 100 por ciento privados, donde pesa el dinero pero mas que nada las notas, someten a los niños a largos periodos evaluativos y solo quedan los mejores) para poder superar esas pruebas los niños obviamente ya tienen que saber idiomas antes de entrar al colegio, no van de cero, sino que sus padres previamente han debido invertir en ellos.
Lamento muchisimo la autodiscriminación que nos hacemos los seres humanos... pero veo que la cosa va de mal en peor
Hola a todos y gracias por sus comentarios.
Por supuesto que hay escuelas, colegios y universidades públicas.
En el caso de escuelas y colegios públicos, muchos padres prefieren recurrir a la educación privada, debido a que la educación pública en este nivel, suele ser muy variada en lo relacionado a calidad y continuidad. No necesariamente esto implica que toda la educación es mala en estos niveles, pero existe cierto rechazo.
Caso contrario ocurre en las Universidades, donde las mejores y más renombradas siguen siendo las públicas.
Valga esta aclaratoria, para no dejar la duda.
Saludos.
Es realmente lamentable... Max no ha nacido aún y ya me estresa su ingreso al sistema educativo. Ojalá los venezolanos aprendamos que en tanto mejoremos cada uno personal y profesionalmente entonces podremos mejorar en y para el colectivo...
Yo creo que mejor que no aceptaron a tu niñño en esa secta!!! mirá si a lo0s 5 años te exigía que vayan a misa todos los domingos en vez de ir a jugar al parque, sería extraño, no?. Es muy extraño que tengas un cacique socialista en el poder tan religioso, Marx se agarraría de los pelos!!! un abrazo
por dios, qué estupideces tiene que calarse uno por darle "lo mejor" a nuestros hijos.
Estoy segura que en otra parte le iría muchísimo mejor :)
Al menos aprenderá a ser más humano.
Besos
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