domingo, noviembre 16, 2008

Vida en plástico.

A sus 10 años, nuestra hija solicitó que modificáramos algunos aspectos de su habitación, para adaptarla a su nueva realidad y sus recientes variantes gustos.

De esta forma, el color rosado de las paredes cambió a un color azul celeste, la puerta llena de fotos y dibujos se pintó con un blanco puro, los afiches de Floricienta desaparecieron y una gran cantidad de muñecas y peluches pasaron a una gran bolsa negra.

Mientras realizábamos el inventario de juguetes, nos llevamos la gran sorpresa de contabilizar casi treinta muñecas Barbies.

Barbie deportista, Barbie enfermera, Barbie cantante, Barbie princesa, Barbie Rapunzel, Barbie, Barbie, Barbie...

Como dice un buen amigo, "solo falta la Barbie más cara, la divorciada"...

Algunas de ellas, aún están en su estuche original.

Nos impresionó la cantidad, porque todas, absolutamente todas, fueron regaladas en diversas etapas y acontecimientos que nuestra hija ha vivido.

Tanto mi esposa como yo, tenemos cierta aversión a la estilizada, esbelta y siempre bella muñeca, por ello nunca le hemos obsequiado ese tipo de juguete; también evitamos inculcarle nuestra "Barbiefobia" y todas las Barbies regaladas fueron bien recibidas por ella.

De todas las Barbies recolectadas, solo tres tenían muestras de ser utilizadas con cierta frecuencia.

La muñeca más utilizada y la única sobreviviente de la limpieza fue "Ana María", una muñeca tradicional con cabeza, de plástico y cuerpo de tela rellena con algodón, de casi dos kilos de peso y que ha sido la silente víctima de todos los experimentos en los intentos de nuestra hija por ser peluquera, maquilladora, doctora, manicurista, maestra y cirujano.

Como resultado de todo eso, "Ana María" es casi la hermana de Chucky.

¿Por qué teniendo a su disposición tantas Barbies, ella prefirió la muñeca tradicional?.

Es una buena pregunta, a la cual nunca tengamos la respuesta.

Sin duda alguna Barbie es la muñeca más famosa a nivel mundial, pero particularmente no me agrada la forma como se comercializa esta muñeca, y el mensaje existente en el trasfondo estereotipado de la mercadotecnia que la rodea.

¿Se ha fijado que casi todas las Barbies, indiferentemente de su denominación, son prácticamente iguales?. Altas, esbeltas, con anorexia, cabello largo rubio, con limitaciones de movimientos, vestimenta a la moda, cuya independencia va más allá de su condición de mujer y que vive en un mundo rosa.

Como dice la canción del grupo Aqua "I'm a Barbie girl, in a Barbie world Life in plastic, it's fantastic!."

Foto: Torta con personajes del cuento La bella y la bestia. Tomada con mi teléfono móvil.

8 comentarios:

mi dijo...

Jajaja.. estoy totalmente de acuerdo contigo.

Yo no sé que tienen las benditas Barbies, es como un fetiche el tener miles de miles... y a mi me encantan!!! que es lo peor.

Que bueno que tu hija prefiera la hermana e Chucky

Un besote

LM dijo...

nosotros tampoco le hemos regalado ninguna y ya tiene unas tres o cuatro. creo que se trata de una plaga...como los mosquitos...no sabes de dónde vienen pero siempre están ahí.
beijos

Anónimo dijo...

La moda nos invade también en los juguetes.

Saludos.

Pablo J dijo...

Estoy de acuerdo contigo en la Barbiefobia, tengo una hija de 8 meses y le he dicho a mi esposa que yo no pretendo inculcarle la idea de la muñequita, si se la regalan, está bien, pero no pretendo comprarla para dársela porque no me parece que de un buen mensaje.

Como tú dices, esas palabras sobre la Barbie, me las quedo. Afortunadamente tu hija no vive el sueño barbie, y se quedó con una muñeca "de verdad" con perdón de la ironía.

Saludos...

Azul... dijo...

xD
Tamos totalmente de acuerdo!

Yo las reciclaba, amigo lindo, qué quieres que te diga? Cada cumpleaños a mi hija le regalaban por lo menos 10, yo tomaba nota de quién venían, las guardaba en sus cajas, sin abrir, y al año siguiente cuidaba bien de a quién se las re-regalaba, cuidando bien de no coincidir con las regaladoras del año anterior... ¡economía de reciclaje!

Menos mal que a las mías siempre les ha dado más nota un "bebé querido" (como Ana María", que cualquier otro tipo de muñecos

Un besooote!!!

*Maru dijo...

Yo nunca jugue con Barbies. Jamas. Mis padres me compraban y me regalaban barbies... Mis hijas tampoco. Pero ninguna de las 3 nos salvamos de tener chorrocientas barbies inutiles que terminamos regalando... Its a Marketing World after all.
Saludos !

gus dijo...

Hay un capítulo muy bueno en Los Simpsons sobre la Barbie de la serie, la Stacy Malibú, donde Lisa quiere cambiar la fanatización de las compradoras y la frivolidad de la muñeca. No te cuento más, no lo consiguió! saludos

Ricardo dijo...

yo siempre me he preguntado por qué no existe una barbie madre soltera, XD, mi hermana tenía varias, pero le encantaba jugar con unas muñecas de trapo que le trajo mi madre de Mérida, vaya usted a saber por qué...