Definitivamente, las exigencias del proyecto en el que me encuentro inmerso y que ha consumido incontables horas de mi tiempo durante este año, aunado a la imperiosa, y casi obligatoria, necesidad de mantenerme constantemente actualizado en lo relacionado a la tecnología informática, ha provocado un agotamiento generalizado en mí y generado cierta aversión a todo ese ambiente.
Como una forma de espantar ese letargo, decidí limitar las actividades tecnológicas exclusivamente a los requerimientos de mi trabajo.
Convencido de la conveniencia de ese periodo de alejamiento, me convertí en un minimalista tecnológico.
Comencé obviando la lectura de noticias relacionadas con tecnología, luego reduje el tiempo que dedicaba a revisar, leer y mantener las diversas cuentas de correos, evité utilizar los computadores que están en casa, cesé la actividad de éste blog, tiré a la basura las revistas especializadas que tenía en casa, encerré en un armario todos los CD con programas y sistemas que me acompañaban a todos lados, no utilicé el computador portátil, apagaba el teléfono móvil con mucha frecuencia, no utilicé servicios de mensajería instantánea (MSN Messenger, GoogleTalk, etc), entre otras cosas.
Mutis tecnológico...
Simplemente, hacía mi trabajo y punto…Si terminaba a tiempo o no, a la hora que estimaba culminar el trabajo a esa hora lo dejaba.
Mi tiempo libre lo dedicaba a compartir con la familia, a realizar actividades físicas, a reparar cosas en casa, a disfrutar algunas películas olvidadas o sencillamente a dormir.
Estaba totalmente consciente de dos cosas, no sería fácil y no duraría mucho tiempo.
Sinceramente, desprenderme temporalmente de todos esos “beneficios” de la tecnología no fue tarea sencilla. Mucho ayudó la gran cantidad de cosas que tenía pendiente por reparar en casa. Adicionalmente, la frecuente visita de varios miembros de la familia hacía que las tardes y los fines de semana transcurriesen sin la necesidad de ese tipo de tecnología.
Sin embargo, de esto llega la comida a casa…
Son muchas cosas que debo atender y el tiempo no es suficiente, los clientes comenzaron a manifestar su inconformidad al no ubicarme por correo, servicios de mensajería instantánea o por el teléfono móvil, el proyecto está en la fase final, las condiciones económicas y comerciales actuales son tan volátiles que se requiere de muchas energías para mantener los convenios y contratos de servicios al día, los buzones de las cuentas de correo estaban repletos y, como si esto fuera poco, los cambios tecnológicos son muy dinámicos, un par de meses es suficiente para que te cambien las preguntas, luego que te sabes tantas respuestas.
Vuelvo a lo habitual, vuelvo a la rutina, vuelvo a embriagarme de tecnología… retomo el vuelo.
Foto: Aereopuerto Militar la Carlota. Caracas.
5 comentarios:
Bienvenido a su nave capitán¡
Ega
Pero te sientes mejor ahora después de ese descanso??
Si es así, valió la pena!
te entindo perfectísimamente, aunque mi dependencia de lo tecnológico no implique la arepa de cada día... yo paso al lado de la laptop y doy un brinco xD
un beso enormísimo, amigo lindo!!!
Buen intento! pero cuando la tecnología te atrapa, ya estás perdido, que le vamos a hacer!. Me acuerdo cuando decían que los ordenadores iban a hacernos el trabajo más fácil y que el tiempo que nos sacara sería para disfrutar. Como nos engañaron! saludos y tomátelo con calma...
Estoy totalmente de acuerdo contigo y te entiendo perfectamente. A mí a veces me pasa lo mismo y cuando acabo mi trabajo, lo único que quiero es apagar este invento, tan maravilloso, pero a la vez infernal que es el ordenador!
Besos
Publicar un comentario