domingo, agosto 03, 2008

El autobus rojo de dos pisos nunca llegó.

En el mes de Marzo, coloqué una entrada comentando sobre el convenio suscrito entre la Alcaldía de Londres y la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), mediante el cual la capital británica recibía combustible venezolano con un 20% de descuento.

En contraprestación de este beneficio, el ente británico ofrecería asistencia técnica especializada en transporte, protección ambiental y planificación urbana.

Según lo describían los eruditos de PDVSA, los "venezolanos tendrán mejor calidad de vida urbana con apoyo de la Alcaldía de Londres...".

El pasado 1 de agosto, se cumplió el primer año de este "inaudito" tratado, y el recién electo alcalde de Londres, Sr. Boris Johnson, decidió no renovar el convenio.

Según sus palabras, registradas en diversos medios impresos, "...creo que muchos londinenses se sienten incómodos porque el funcionamiento de los autobuses de una de las potencias financieras del mundo, sea financiado por el pueblo de un país donde muchas personas viven en la pobreza extrema...".

¡Bravo!. Es un genio el tipo...Pero es que descubrió el agua tibia...

Londres recibía combustible más económico, que era eficientemente utilizado por los sistemas de transporte terrestres de la ciudad y, además, beneficiaba directamente a los usuarios del servicio (usualmente comunidades con escaso poder adquisitivo); a cambio de algunos consejos sobre como mejorar el nivel de vida del caraqueño.

En otras palabras, a cambio de nada.

Transport for London mantenía una pequeña oficina en Caracas que velaba por el fiel y cabal cumplimiento del tratado, por ambas partes. Vale reiterar, nada a cambio de combustible.

¿Quién desprecia un negocio tan espléndido?.

Si yo fuese londinense ya estuviese en campaña para solicitar la renuncia de tan idiota alcalde.

Pero no soy londinense. Soy caraqueño; y de la Parroquia San Juan, para más señas...

El hecho real e inocultable es que por varios meses, aproximadamente, 250.000 londinenses aprovecharon el complaciente convenio; mientras Caracas, con sus más de 5 millones de habitantes, se mantiene colapsada en todo sentido. El tráfico automotor es caótico, el servicio de agua potable se mantiene en niveles críticos, el servicio eléctrico sufre constantes fallas y ni hablar del servicio de aseo urbano.

Tal como mencioné en la anterior oportunidad, estoy seguro que muchos humildes londinenses lo pensarían varias veces, antes de abordar algunos de los autobuses que prestan servicio de transporte público terrestre en Caracas.

El director de transporte de la Alcaldía Mayor de Caracas, reconoció ante la BBC que no hubo tiempo suficiente para concretar planes y "la asesoría fue muy interesante".

Pero como reza el dicho, "la culpa no es del ciego sino de quien le da el garrote".

Foto: Sabana Grande. Caracas. Tomada con mi teléfono móvil.

4 comentarios:

Ema Pires dijo...

La verdad, querido amigo de la "Parroquia de San Juan" (¿eso es bueno o malo?) Bueno, no importa. Pero ese alcalde inglês de que planeta se ha caído? Seguramente de algún cuerpo estelar perdido por el espacio, y el pobre no se entera de nada. Y justamente por eso debedría dejar alguién en su lugar que sepa. Pero la camarilla que le apoya también tiene delito.
Bueno, no sigo porque este tipo de noticias me ponen de los nervios.
Un beso.

Anónimo dijo...

Otra de San Juan, aunque ahora esté lejos...

Anónimo dijo...

Dicho español y castizo: "Vete a cobrar al Banco de Londres"......

Anónimo dijo...

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