sábado, junio 09, 2007

Nueva economía, nuevos oficios.

Dicen que la necesidad es la madre de los inventos, y llevar el pan a la boca es la madre de las necesidades…

Los acelerados cambios sociales y económicos que se están generando en la sociedad venezolana; aunado al hecho que el mercado laboral no es lo suficientemente flexible para adaptarse a tales cambios, las opciones de trabajos tradicionales son cada vez más escasos y la existencia de un gran número de individuos que fueron excluidos de los medios de instrucción y capacitación, han acumulado una gran cantidad de personas que, técnicamente, pueden definirse como desempleados.

Cuando de conseguir el ansiado dinero se trata, la perspectiva de la relación entre el individuo y las funciones laborales que éste puede llegar a desempeñar, en muchos casos no está determinada por normas o patrones preestablecidos, y solo el ingenio de los individuos es capaz de detectar nuevos mercados y necesidades, para ser explotados lucrativamente.

Esto se puede corroborar, en la variada gama de trabajos, ocupaciones y oficios que han aflorado en esta nueva economía.

Veamos algunas de ellas.

.- Moto-Taxi.

Dentro de una ciudad con calles y avenidas, insufriblemente colapsadas y con sistemas de transportes insuficientes; era evidente que cualquier forma de movilización que evitase el tráfico y que, además, fuese económica ser convertiría en un buen negocio. Es así, como una serie de arriesgados emprendedores comenzaron a ofrecer servicio de taxis, pero utilizando motos.

Esta actividad se inició hace varios años atrás. Originalmente lo ofrecían empresas y cooperativas autorizadas para tal fin; sin embargo, se fue degenerando hasta llegar a los actuales momentos, en el cual cualquier persona con una moto, le coloca un pequeño aviso de taxi y... ¡listo! a transportar personas.

Ciertamente, han sido una respuesta para el tema del transporte. No obstante, se hace imperativo generar algún tipo de reglamentación y ejercer mayores controles, porque están pasando de ser la solución a otro componente del problema.

.- Gestores electrónicos.
Los trámites y requisitos para la obtención de algunos documentos de identidad, así como los interminables papeleos que el Estado exige a las personas naturales o jurídicas, han sido automatizados y colocados a disposición de los ciudadanos a través de Internet. En algunos casos, es la única vía para obtener una cita o un documento.

Desafortunadamente, el acceso a Internet aún no está lo suficientemente distribuido en la población. Adicionalmente, muchos servidores de datos colapsan y las conexiones concurrentes son limitadas, debido a escasas capacidades técnicas.

Los gestores electrónicos se encargan de realizar este tipo de actividades.

Sus tarifas suelen variar dependiendo del tipo de transacción, desde unos miles de Bolívares hasta cifras exorbitantes.

.- "Voceadores" o “llenadores”.
Son personas que se encuentran en las paradas de los colectivos de transporte público y se dedican a gritar, a todo pulmón, las diferentes rutas que llevan las unidades; informado así a los apresurados e impacientes pasajeros.

A cambio de su trabajo, reciben algunas monedas de parte de los conductores.

.- “Ligueros”.
Aunque son escasos de ubicar, generalmente están en las cercanías de las paradas de transporte público. Se especializan en vender pequeños lotes de ligas elásticas, las cuales son utilizadas para sujetar los paquetes de billetes que manipulan los conductores de buses y minibuses.

.- Manicuristas y pedicuristas informales.
Ser manicurista o pedicurista, es casi una garantía de ingresos económicos. Afortunadamente, la mujer latina tiende a ser muy detallista con su estética corporal.

Lo realmente inaudito de este caso, es encontrarse pequeñas tiendas en plena vía pública donde se ofrecen estos servicios, sin ninguna clase higiene, permisos y regulaciones.

Algunas damas pierden totalmente su encanto, cuando son observadas por centenares de transeúntes con ambos pies metidos en un recipiente, contentivo de un líquido de confusa coloración y extraño olor...

.- Fiscales de tránsito no oficiales.
Personas que se encuentran en algunas de las intersecciones de calles, usualmente olvidadas por las autoridades encargadas del control del tránsito terrestre, o donde la planificación de la ciudad obvió colocar un semáforo.

Su función es fungir como una especie de semáforo humano.

Por sus servicios, reciben pequeñas colaboraciones de los agradecidos conductores.

.- Carretilleros.
Trabajadores dedicados a transportar en carretillas, desde o hacia los depósitos, toda la mercancía y la pequeña tienda de los vendedores de la economía informal, mejor conocidos como buhoneros.

El esfuerzo físico es recompensado con una suma de dinero, que depende de la cantidad de peso y la distancia a recorrer.

.- Aire.
Este trabajo está intrínsicamente atado al anterior; consiste en ofrecer el servicio de llenado de aire para las pequeñas ruedas de las carretillas. Su instrumento de trabajo es un bombín portátil y recorren las calles colmadas de buhoneros, mientras gritan: ¡aire!.

.- “Remacheros”.
Jóvenes que circulan por la ciudad observando los cinturones de las damas y los caballeros; al momento que detectan un potencial cliente lo abordan y con un discurso, que han practicado infinidad de veces, intentan convencer a la persona para que le permita demostrarle como luce su cinturón con un remache colocado en uno de los agujeros. Una vez colocado...no hay forma de retirarlo sin dañar el cinturón.

Ante esta circunstancia, el desprevenido y sorprendido sujeto se encontrará en un dilema, o decide retirarse con el cinturón es ese estado o acepta colocarle remaches al resto de los agujeros.

Cada remache tiene un costo.

Evidentemente... es una estafa anunciada.

.- Taxi-Paraguas.
El clima tropical es impredecible. En un día perfectamente soleado, en cuestiones de minutos se desata una torrencial lluvia, que a lo pocos minutos desaparece.

Estos cambios climáticos repentinos, ocasionan que las personas queden atrapadas en las salidas de las estaciones del metro, a las puertas de los edificios o en los locales comerciales en espera que termine la lluvia.

En esos casos, puede aparecer una persona con un paraguas de relativo tamaño que, a cambio de algún pago, ofrecen el servicio de acompañar a la persona por algunas cuadras hacia su próximo destino.

Existen muchos más ejemplos, esta es solo una muestra.

Fotos:
Moto-taxis en el centro de la ciudad.
Carretillero (tomada de http://www.eluniversal.com/).

2 comentarios:

Tía Doc.- dijo...

Hola Carlos:
Me encantó este post ajjajaj Es cierto lo de la necesidad que decís al principio del artículo.
Esto me hizo acordar a Uruguay..., cuando empezó la emigración masiva (finales del año 2000), se empezaron a abarrotar las colas de los trámites, en el 2002 mi madre tramitó su pasaporte porque se iba a Estocolmo. Bue... lo que fue eso!!!
La cola empezaba a las 5 de la tarde (o antes) y a las 8:30 de la mañana del día siguiente repartían 100 números, claro, en la cola había como 400 personas. Entonces nació uno de estos trabajos!! Había gente que iba a hacer cola a y luego vendía el puesto!!! Luego que se estableció el negocio... había gente que iba a las 9 de la mañana del día anterior..., o hacía una cola y seguía hasta el otro día. Porque quién vendía el puesto número 1, lo vendía 3 o 5 veces más caro que quién vendía el 30 o el 70...
Mucha gente pagaba lo que fuera por el puesto de la cola, porque sacar el pasaporte implicaba dos días de faltar al trabajo, algo imposible en Uruguay (y en otros tantos países).
Mi padre y yo nos turnamos, para sacar el pasaporte de mi madre ajjajaj hacíamos jornadas individuales, y la madrugada juntos. Toda una experiencia...
Bueno, era ese aporte, el trabajo del "Colero", podríamos llamarle así, no??
Un saludo.

Carilisve dijo...

El "Colero", como bien lo llamas parece ser un oficio bastante común por estos lados. Aquí llegaron a ser casi un sindicato, antes que se automatizara el sistemas de citas para los trámites del pasaporte.
Las tarifas de los "coleros" llegaban a cifras impagables para muchas personas.
Desde la puesta en marcha del servicio a través de Internet, los "coleros" han sido sustituidos por los "gestores electrónicos". Más técnificados, pero igual de usureros y descarados.