En días pasados asistí a una serie de talleres dictados por quizás, la más importante y poderosa compañía fabricante de software en el mundo.
Despúes de varios años parcialmente alejado de la tecnología que esta empresa desarrolla, la invitación para participar en estas charla me causó gran alegría y generó muchas expectativas en mí.
La alegría parte del hecho que la invitación me fue ofrecida por una entrañable amiga y colega, con quien compartí varios años mientras trabajábamos en otra gran compañía fabricante de software. Actualmente, es una reconocida y destacada gerente en ésta empresa.
Tenía gran curiosidad por conocer cuales son los nuevos productos, cuales son las mejoras de los productos existentes, cuales son las estrategias de mercadeo y cual es la posición actual de sus productos en este, cada vez más, complicado mercado.
Las sesiones se iniciaron con un ameno e interesante taller dictado por mi amiga.
Veterana en estas lides, su presentación fue amena, clara y concisa; pero sobre todo, impecablemente explicativa.
La jornada se completaría con diversas charlas y talleres que fueron impartidos por una serie de noveles gerentes.
A partir de ese momento, todas mis expectativas comenzaron a disiparse ahogadas por la preocupación y las dudas que fueron generandose en mí, mientras transcurrían las disertaciones.
El problema no fue la tecnología, ni los productos, ni las estrategias de mercadeo, ni la posición de la empresa; fueron los expositores...
Por más de cuatro horas demostraron serias deficiencias, que van desde la correcta utilización del idioma hasta la capacidad para transmitir información.
Una hermosa e hiperquinética gerente intentó explicar las diferencias existentes entre varios productos; sin embargo, a pesar que las láminas que le servían de apoyo se explicaban por sí solas, logró confundir a los espectadores de tal forma, que la solución más elegante que pudo encontrar para escapar de semejante enredo, fue solicitar que le enviaran las dudas y las preguntas por correo electrónico.
Adicionalmente, utilizó constantemente el término "manejación del licenciamiento"... Desconozco si la palabra "manejación" existe an algún diccionario de las diferentes academias, pero considero que existen en nuestro idioma palabras más adecuadas para expresar manipulación, uso, utilización, etc.
Otro gerente, realizó su presentación leyendo íntegramente todo el contenido de cada una de las láminas que se proyectaban sobre la pantalla.
Se supone que dichas dispositivas son material de apoyo. Una guía que le facilita al expositor desarrollar conceptos e ideas.
En este caso sirvieron de apoyo para demostrar la falta de preparación del orador; por no decir lector...
Cabe destacar, que varias láminas poseían terribles errores ortográficos.
La actividad terminó con la exposición de un gerente que demostró mayor dominio sobre la tecnología que le correspondía presentar al público asistente. No obstante, el abuso de los términos coloquiales desviaba frecuentemente el foco del tema tratado, y era necesario retomar el tema una y otra vez.
Al final, un sinsabor quedó en mi.
Me preguntaba, cómo una empresa de tanta importancia, tenía gerentes con tantas deficiencias.
¿Será esto lo mejor que oferece la generación de relevo?.
Foto: Computadora ENIAC (Electronic Numerical Integrator And Computer) construida en 1946.
La alegría parte del hecho que la invitación me fue ofrecida por una entrañable amiga y colega, con quien compartí varios años mientras trabajábamos en otra gran compañía fabricante de software. Actualmente, es una reconocida y destacada gerente en ésta empresa.
Tenía gran curiosidad por conocer cuales son los nuevos productos, cuales son las mejoras de los productos existentes, cuales son las estrategias de mercadeo y cual es la posición actual de sus productos en este, cada vez más, complicado mercado.
Las sesiones se iniciaron con un ameno e interesante taller dictado por mi amiga.
Veterana en estas lides, su presentación fue amena, clara y concisa; pero sobre todo, impecablemente explicativa.
La jornada se completaría con diversas charlas y talleres que fueron impartidos por una serie de noveles gerentes.
A partir de ese momento, todas mis expectativas comenzaron a disiparse ahogadas por la preocupación y las dudas que fueron generandose en mí, mientras transcurrían las disertaciones.
El problema no fue la tecnología, ni los productos, ni las estrategias de mercadeo, ni la posición de la empresa; fueron los expositores...
Por más de cuatro horas demostraron serias deficiencias, que van desde la correcta utilización del idioma hasta la capacidad para transmitir información.
Una hermosa e hiperquinética gerente intentó explicar las diferencias existentes entre varios productos; sin embargo, a pesar que las láminas que le servían de apoyo se explicaban por sí solas, logró confundir a los espectadores de tal forma, que la solución más elegante que pudo encontrar para escapar de semejante enredo, fue solicitar que le enviaran las dudas y las preguntas por correo electrónico.
Adicionalmente, utilizó constantemente el término "manejación del licenciamiento"... Desconozco si la palabra "manejación" existe an algún diccionario de las diferentes academias, pero considero que existen en nuestro idioma palabras más adecuadas para expresar manipulación, uso, utilización, etc.
Otro gerente, realizó su presentación leyendo íntegramente todo el contenido de cada una de las láminas que se proyectaban sobre la pantalla.
Se supone que dichas dispositivas son material de apoyo. Una guía que le facilita al expositor desarrollar conceptos e ideas.
En este caso sirvieron de apoyo para demostrar la falta de preparación del orador; por no decir lector...
Cabe destacar, que varias láminas poseían terribles errores ortográficos.
La actividad terminó con la exposición de un gerente que demostró mayor dominio sobre la tecnología que le correspondía presentar al público asistente. No obstante, el abuso de los términos coloquiales desviaba frecuentemente el foco del tema tratado, y era necesario retomar el tema una y otra vez.
Al final, un sinsabor quedó en mi.
Me preguntaba, cómo una empresa de tanta importancia, tenía gerentes con tantas deficiencias.
¿Será esto lo mejor que oferece la generación de relevo?.
Foto: Computadora ENIAC (Electronic Numerical Integrator And Computer) construida en 1946.
7 comentarios:
Buenos dias Carlos:
La experiencia me ha demostrado que para hablar en público siempre hay que tener dos planes, por si uno falla.
A veces creemos que con el solo hecho de dominar la materia en cuestión, sabremos transmitir nuestros conocimientos.
Los humanos somos así: Vanidosos. Y cuando alguien intenta ayudarnos, damos la espalda o nos hacemos los locos.
Saludos...Ya sabes lo que hay que hacer el domingo 15
uno se lleva unas sorpresas en esas conferencias, congresos y todo ese tipo de eventos, todas las cosas que escribes las he visto y no diría que somos nada mas la generación de relevo porque he visto casos de gente con MUCHA experiencia y dar unas ponencias bien patéticas
Saludos
Uy, qué lástima haber perdido el tiempo así!
Abrazos para ti y tu familia.
Hola Carlos...
Lamento el embarque.
Yo pasé solo a saludarte
por el Día de la amistad y darte las gracias por permitinos compartir esta amistad cibernética.
saludos a tu esposa e hijas
Maga
Que impresion me da leerte... esa es una generacion de relevo. La otra, la conformamos tu y yo, los que se esfuerzan como nosotros en ser mejores cada dia, nuestras hijas y nuestros suenos... Me quedo con esta ultima!
Ay gemelo, que mal me siento...
Qué bodrio!! Pero más que nada da rabia, porque cuando vas a una historia de esas vas con toda la emoción, como decías al principio...
El mundo de las conferencias es un poco delicado, por mi experiencia personal, puedo decir que muchas veces es un cachondeo, un relleno...
Y sobre todo, subestimar a la gente, porque en ese caso hay un nombre que respalda, el de la empresa. Y parece que a veces, creen que los que asisten son tontos, o al menos más tontos que el conferenciante... no sé.
Lo que sí sé es que, cuando vas re contento a un evento así, y resulta ser un plastón..., ese sabor amargo no te lo quita nadie...
Un saludo!!
Tía Doc.-
hoy en día parece que adquirir conocimientos es especializarse en un tema y punto. saber sumar, multiplicar y llegar a resultados e lo único que conseguimos es crear seres incapaces totalmente de relacionarse con el entorno. no es posible transmitir lo que sabes sin dominar la lengua y menos transmitir tus sentimientos a otros utilizando términos de "física cuántica".
besos desde la otra orilla
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