Monosílabos.

Según lo previsto por las autoridades competentes, dentro de 14 días se realizará el referéndum en el cual se aprobará o se rechazará la enmienda a los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la Constitución de la República, con el fin de permitir que "cualquier ciudadano o ciudadana, en ejercicio de un cargo de elección popular, pueda ser sujeto de postulación como candidato o candidata para el mismo cargo por el tiempo establecido constitucionalmente dependiendo su posible elección exclusivamente del voto popular". (Así está elaborada la pregunta).

A pesar que esta consulta popular implica un cambio en la Constitución, que puede modificar radicalmente la forma ejercer el poder o realizar usufructo del mismo, dependiendo del caso; solo existen dos palabras posibles para resolver este nuevo dilema que enfrentan los venezolanos; SI o NO.

En los días por venir esos dos monosílabos serán las palabras más mencionadas en todo el país. Prácticamente, toda actividad nacional estará circunscrita en el marco de esas dos palabras.

Ahí vamos otra vez... A partir el país en dos, a desatender los problemas que efectan la calidad de vida de los habitantes, a generar estrategias políticas basadas en la perversa manipulación de hechos, a que las dos facciones se consideren los únicos poseedores de la verdad, a utilizar cualquier argumento, por más inverosímil que sea, para obtener beneficios políticos, a gastar (¿o dilapidar?) inmensas cantidades de recursos monetarios que son tan necesarios en otrás áreas, a generar zozobra en lo concerniente a la seguridad alimentaria, a permitir que grupos armados y violentos transiten por el país con la mayor impunidad, a que cada opción se crea por encima del bien y del mal, a que las personas se enfrasquen en discusiones sin importarles si lo que se dice y defiende tiene lógica o no, a resurgir resentimientos, a ampararse bajo los errores de otros para justificarse... En fin, a mantener ese constante, inquietante y, en ocasiones, tenebroso murmullo que durante los últimos años, acompaña al venezolano en cada actividad de su vida.

Creo que estoy repetitivo. No lo puedo evitar... los murmullos están pasando a gritos.