lunes, febrero 05, 2007

Eres lo que escribes.

En otra de esas noches de insomnio, durante las cuales solo las exploraciones a través de lo que llaman ciberespacio logran ocupar esos espacios de tiempo, me he topado con una especie de campaña promoviendo la correcta ortografía en la redacción de textos y mensajes en el uso de los nuevos medios de comunicación (correo electrónico, chats, mensaje de texto en teléfonos móviles, etc.).

Inicialmente, me sentí muy motivado a promover esta campaña desde mi pequeña área de influencia (hogar, trabajo, amistades, comunidades virtuales, etc.), pues siempre he pensado que cualquier aproximación al manejo correcto del idioma, sería lo más conveniente para evitar muchos de los temas que se asocian a los problemas de comunicación entre los seres humanos. Sin embargo, luego analizar más minuciosamente la propuesta, considero que la rigidez académica con la que se plantea, descarta algunas de las consideraciones que, necesariamente, se deben tomar en cuenta al momento de estudiar los actuales modelos de comunicación.

Desde mi punto de vista, creo pertinente adaptar los actuales pensum de estudios de colegios y universidades para promover, cada vez más, la lectura como una forma de profundizar el conocimiento de nuestro idioma y, por otra parte, entrelazar esa aparente inmovilidad de la férrea ortografía con la dinámica de lo existencial.

En otras palabras, educar al individuo para tener a su alcance las adecuadas herramientas para saber lo que quiere decir, como se dice, donde se dice y cuando se dice.

Mantener una conversación a través de un chat o de mensajes de texto en los teléfonos móviles, donde la inmediatez y la espontaneidad de la comunicación otorga cierta licencia para la ruptura de cualquier regla, en el afán de una eficacia comunicativa adaptada al medio; no es lo mismo qué generar contenidos escritos dirigidos hacia actividades en las cuales no se deben admitir códigos propios y, donde una palabra mal escrita o una idea mal formada, puede afectar de distintas formas el resultado final de dicha actividad.

En ambos casos, se requiere tener un conocimiento básico del idioma y de los códigos de comunicación que se utilizarán, de las herramientas que se requieren para lograr la comunicación y del objetivo de la comunicación. La diferencia la hace el contexto en el cual se ejecuta la comunicación.

El tema es, sino se domina ni medianamente las reglas de un idioma… ¿Cómo diferencias conscientemente esos contextos?.